Abarcando el Vaivén en el Reportaje Puerto Riqueno
Hay varias versiones de la leyenda de cómo los taínos mataron a Diego Salcedo, un conquistador español en Puerto Rico, en 1511. Según la versión más famosa, lo ahogaron mientras se arrodillaba a beber agua del río Grande de Añasco y después velaron su cadáver durante tres días. Temían que volviera a la vida, pero en lugar de eso, el cuerpo de Salcedo empezó a pudrirse con el calor. Así fue como los taínos comprendieron que los españoles no eran dioses, sino humanos vulnerables, y refutó lo que habían entendido sobre la resurrección de los sacerdotes católicos.
Alentados por la prueba de que los españoles eran mortales, los taínos se organizaron y lanzaron una guerra contra los colonizadores, liderados por Agüeybaná II. No acabaría bien, pero la muerte de Salcedo y la realización junto al río es una especie de victoria de David contra Goliat al estilo caribeño. Cuando hoy se menciona a Salcedo y a los Taínos, es una forma abreviada de darse cuenta de que un enemigo es vulnerable y que el sojuzgado tiene agencia.
Hay varias diferencias entre las versiones en español e inglés de los episodios de La Brega, y entre mis favoritas está una referencia a Salcedo y los Taínos. En un episodio titulado “Guerreros del Basket”, el jugador puertorriqueño Rolando Hourrouitiner describe lo que sintió cuando el equipo de baloncesto de la isla derrotó a Estados Unidos en 2004. En su primera entrevista con nosotros, dijo en inglés que la asombrosa victoria fue como David venciendo a Goliat- breve, al grano.
“El jugador puertorriqueño Rolando Hourrouitiner describe cómo se sintió cuando el equipo de baloncesto derrotó a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2004.”
Pero cuando Hourruitiner habló con nuestro productor Ezequiel Rodríguez-Andino para la versión en español, repitió la referencia a David y Goliat y luego añadió otra. “Eran [como] los Taínos con Salcedo, dicen: son humanos... también pueden morir y nosotros tenemos el poder de hacerlo,” dijo. Fue como los Taínos con Salcedo, donde se dieron cuenta: son humanos, pueden morir también y nosotros tenemos el poder de hacerlo", dijo.
“Cuando Hourruitiner habló con nuestro productor para la versión en Español, repitió la referencia a David y Goliat y luego agregó otra.”
El reportero que narra la historia, Julio Ricardo Varela, no detiene el relato para explicar quién era Salcedo ni para explicar la moraleja de la historia, oh ni siquiera cómo se relaciona con la triumfo del baloncesto puertorriqueño por sobre el Dream Team estadounidense. Habría aflojado el ritmo de la narración y habría parecido un desvío y peor aún, habría indicado algo sutil a los oyentes hablantes de espanol: esto no es para ellos, es para gente que necesita más contexto. En el periodismo, a este tipo de comentario contextual a veces lo llamamos “coma explicativa”.
La coma explicativa, incluso como gesto, comunica mucho sobre quiénes constituyen la audiencia imaginada o prevista del autor, y en general—y quizá especialmente en la la radiodifusión pública—que se inclina hacia los oyentes blancos. Se centra en lo que puede saber un público blanco, definiendo todas las demás culturas para el beneficio y la comprensión de ese público. En ese sentido, la coma explicativa no es muy diferente al concepto de la "mirada blanca" en la escritura, la suposicion de un público que se identifica como blanco o que conforma la cultura blanca dominante.
En un episodio del podcast de NPR Code Switch titulado “A veces explica, siempre quejate” Los anfitriones dan un ejemplo de coma explicativa para Celia Cruz: “probablemente más conocida como la reina de la música latina, originaria de Cuba, una isla del Caribe”. Cualquiera que haya crecido con su música, y para quien su existencia, así como la ubicación de Cuba, es tan obvia como los latidos de su propio corazón podría oír eso y sentir que el pieza periodística no era para ellos. Y una vez que empiezas a buscar comas explicativas, las ves por todas partes.
Como ha escrito la periodista Andrea González-Ramírez, "ser puertorriqueña en Estados Unidos es ser una coma explicativa andante". Se ha encontrado a sí misma explicando que los puertorriqueños no pueden votar al presidente o que las escuelas de la isla enseñan inglés. E incluso cuando periodistas puertorriqueños como Andrea o como yo trabajamos para los principales medios de comunicación de Estados Unidos, entendemos que la audiencia no sabrá mucho sobre “el territorio estadounidense en el Caribe” o “el huracán María”, un huracán de categoría 5 que devastó la isla en septiembre de 2017". Trabajamos constantemente en breves apartes para que nuestra audiencia imaginada se sienta más cómoda, y entendemos que esta audiencia imaginada casi nunca es puertorriqueña.
Por mi parte, me tranquilizo pensando que informar sobre la isla para “la mirada blanca”, o forasteros, es un acto de una especie de traducción subversiva en sí misma. Antes de hacer La Brega, escribía guiones y hacía entrevistas imaginando que los oyentes de la radio pública que escucharan mi programa podrían reflexionar más profundamente sobre su propio role en la historia de Puerto Rico: ¿Qué significa que los Estados Unidos, el país donde viven, un país que celebra la democracia, posea una colonia? ¿Cómo puedo comunicarles que las personas que viven allí, personas que merecen algo mejor, sienten el peso de esa colonización? ¿Qué puedo deshacerme lo que escuchando o leido de que los boricuas quieren limosnas, son víctimas o corruptos? ¿Cómo puedo comunicar la urgencia?
Pero siempre se pierde algo en ese proceso de traducción. Hay demasiadas frases introductorias, demasiadas comas explicativas, demasiada ayuda. No deja mucho espacio para la audiencia de lo que realmente se trata el periodismo. A veces es el precio del trato que hacemos los periodistas: no cubrimos una noticia en beneficio de las personas sobre las que informamos. Pero cuando mis fuentes no entienden los artículos para los que los he entrevistado, no oyen cómo han sido citados y traducidao y en qué contexto.
Lo que más tarde se convertiría en La Brega empezó como una idea para una serie narrativa sobre la historia de Puerto Rico, nacida simplemente de la idea de que no había mucho audioperiodismo de largo formato sobre la isla. Al principio de la producción de la serie, el equipo habló de intentar evitar la coma explicativa, prometiendo, por ejemplo, no definir el huracán María. Si no se sabía lo que esa tormenta hizo a la isla, o cómo sacudió y luego unió a la diáspora, entonces esta serie no era para ti. En lugar de Introduccion a Puerto Rico, estaríamos haciendo una serie que trataría de imaginar a los boricuas como parte fundamental de nuestros oyentes previstos.
Alana Casanova-Burgess es presentadora del podcast bilingüe La Brega: Historias de la experiencia Puertorriqueña. Anteriormente fue reportera y productora del programa de radio público nacional On the Media de WNYC Studios, ganador del premio Peabody.
Este es un extracto de un artículo publicado originalmente en el número de invierno de 2021 de la revista NACLA Informe sobre las Américas, una revista trimestral impresa que ha publicado investigaciones y análisis sobre América Latina y el Caribe por más de 50 años. Publicado con autorización.
Lea el resto del artículo aquí, disponible en acceso abierto por tiempo limitado.
La primera temporada de La Brega contó con el apoyo de la Jonathan Logan Family Foundation Jonathan Logan y la John S. and James L. Knight Foundation, con el apoyo adicional de Amy Liss.
Futuro Media Group, productores de La Brega Season 2 y ubicado en Nueva York, Nueva York, recibió una subvención de $930,000 en abril de 2022 a través de la Iniciativa Presidencial de Puerto Rico de Mellon.

Alana Casanova-Burgess
Host
La Brega: Stories of the Puerto Rican Experience